Sobre nosotros
Como dice el dicho, aunque no inventamos el pollo, nuestro fundador, S. Truett Cathy sí inventó el sándwich de pollo Chick-fil-A en el 1964. Con un tierno filete de pechuga de pollo, marinado, empanado a mano y cocinado a presión a la perfección; cubierto con pepinillos entre medio de panes con mantequilla. Quizás una idea sencilla para muchos, pero tomó muchos años de experimentación para llegar al sándwich perfecto para complacer a todos. Una vez lo logró, los clientes de Truett lo validaron y no hemos cambiado desde entonces.
Más de 50 años luego, el sándwich de pollo Chick-fil-A sigue siendo un clásico y nuestro compromiso con utilizar ingredientes de calidad se mantiene intacto. Está en nuestro nombre: la “A” es nuestra nota de calidad en nuestro pollo, por eso Truett nombró la compañía “Chick-fil-A”.
Desde pequeño, Truett entendió la importancia de la familia y la comunidad, habiendo crecido durante la Gran Depresión. También aprendió a la vez el arte del emprendimiento desde una edad temprana. Por eso construyo nuestra marca sobre una base de principios que garantizan que busquemos más allá que las ganancias.
Por eso Chick-fil-A cierra sus restaurantes los domingos, para darle a los empleados el día para descansar o seguir sus prácticas religiosas, siguiendo la tradición de Truett. Es también la razón por la que muchos restaurantes Chick-Fil-A se unen con asociaciones sin fines de lucro para mejorar las vidas de los más necesitados en la comunidad. Como Truett decía: "No estamos en el negocio de pollo, sino en el negocio de servir a la gente"."
Los restaurantes Chick-fil-A® sirven comida deliciosa a millones de invitados cada año, en más de 2,600 ubicaciones en 47 estados, Washington, D.C., Canadá y Puerto Rico.