Una foto de S. Truett Cathy sentado en una mecedora.

Desde que Truett Cathy tenía ocho años, personificaba el sentimiento positivo del servicio al Cliente. Desde vender botellas de Coca-Cola de puerta en puerta cuando era niño hasta hacer un esfuerzo adicional entregando periódicos, Truett continuamente buscó formas de mostrar cuidado a través de las pequeñas cosas que pueden alegrarle el día a alguien. 

Cuando Truett y su hermano Ben abrieron un restaurante abierto las 24 horas llamado Dwarf Grill (ahora conocido como restaurante The Dwarf House®), su misión de poner a las personas primero y desarrollar relaciones con los Clientes se pudo ver tanto dentro como fuera del restaurante. Años más tarde, mientras visitaba un hotel de lujo, Truett notó que un empleado respondió a su agradecimiento con un sincero "un placer". Truett quería que todos sus invitados se sintieran de la misma manera especial que él sintió cuando escuchó la frase. Al regresar a casa, Truett decidió pedir a los Owner-Operators, los Team Members y al personal corporativo de Chick-fil-A que implementaran y respondieran con “es un placer” cada vez que alguien dijera gracias. 

Con el paso de los años, “es mi placer” se ha convertido en mucho más que una frase: representa el compromiso de Chick-fil-A de crear experiencias extraordinarias, una interacción a la vez.