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Presentamos a Enrique Questell Pereira: Nativo de Ponce que regresó a su casa para crear empleos e impacto en la comunidad como Propietario-Operador local de Chick-fil-A La Rambla
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Después de mudarse a EE.UU. para obtener un máster de la Universidad Cornell y trabajar en corporaciones estadounidenses, Enrique Questell Pereira está emocionado de volver a su ciudad natal como nuevo Propietario-Operador de Chick-fil-A La Rambla.
Enrique Questell Pereira, nativo de Ponce, espera crear empleos y un impacto en la comunidad como Propietario-Operador local de Chick-fil-A La Rambla, el segundo restaurante Chick-fil-A® en Ponce y la sexta ubicación de la compañía en Puerto Rico.
Regreasando a sus raíces
Enrique nació en el Hospital Damas y recibió su educación infantil en la cercana Caribbean School, un área que ocupa un lugar especial en su corazón. Obtuvo una licenciatura en Ingeniería Civil en la Universidad de Puerto Rico y luego se mudó a Ithaca, Nueva York, donde obtuvo un máster en ingeniería de sistemas.
Poco después de mudarse a los EE. UU. para una pasantía con el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los EE. UU., Enrique tuvo su primera experiencia con Chick-fil-A en Vicksburg, Misisipí.
“Me sorprendió inmediatamente el cuidado y la cariño genuinos”, recuerda Enrique. “Disfruté de la deliciosa comida y fue la primerz vez que me ofrecieron rellenar mi bebida gratis. Este momento memorable me mostró la excepcional hospitalidad de Chick-fil-A y aún recuerdo cómo ese simple gesto me hizo fan de la marca”.
A pesar de esta introducción positiva a Chick-fil-A en 2013, pasarían casi 10 años antes de que Enrique decidiera perseguir la oportunidad de convertirse en Propietario-Operador de un restaurante Chick-fil-A.
Durante ese tiempo, desarrolló una exitosa carrera en Accenture and Restaurant Brands International antes de regresar a Puerto Rico en 2020, al tiempo que apoyaba una empresa social fundada por Red Ventures, que tenía la misión de llevar puestos de trabajo de tecnología y marketing de alta calidad a la isla. Más tarde se incorporó al Departamento de Educación de Puerto Rico antes de hacer la transición para convertirse en el Propietario-Operador local de Chick-fil-A La Rambla, que está previsto que abra en el verano de 2024.
Un asunto familiar
Cuando Chick-fil-A La Rambla abra sus puertas, la presencia de su familia en su Restaurante será fuerte. Su esposa, Glorimar, actuará como Directora de Marketing del Restaurante, mientras que su hija, Gianna, inspiró una de las áreas de enfoque de impacto comunitario del Restaurante: la diversidad funcional.
“Desconocido por nosotros antes de su nacimiento, Gianna nació con síndrome de Down y nos ha inspirado a impulsar el cambio para las personas con diversidad funcional”, explica Enrique.
Durante el tiempo que vivió en tierra firme, él y su esposa organizaron varios eventos de recaudación de fondos y participaron en múltiples eventos para ayudar a mejorar los servicios prestados a las personas con síndrome de Down, y han continuado ese compromiso organizando eventos y aumentando la concienciación en Puerto Rico.
“Estos eventos ayudan a crear comunidad y apoyo para las personas que crían niños con necesidades especiales”, dice.
Fuera de su trabajo para Chick-fil-A y sus esfuerzos de defensa, Enrique y su familia disfrutan pasando tiempo de calidad juntos explorando al aire libre, visitando las playas locales y viajando.
Fortalecer su ciudad natal
Además de concienciar y defender la diversidad funcional, Enrique también siente pasión por apoyar la educación y la atención médica local en Puerto Rico.
“Planeamos formalizar relaciones con escuelas y organizaciones locales sin fines de lucro para organizar eventos e insertarnos en la conversación para mejorar las condiciones actuales para estas poblaciones”, dice.
Enrique valora la importancia de invertir en la comunidad y cree en poner a las personas por encima de los beneficios para que su equipo pueda mostrar atención a los Clientes y su Restaurante puede ayudar a tener un impacto positivo en la comunidad de Ponce.
“Tener una plataforma para contribuir directamente a la recuperación de Puerto Rico es importante para mí”, explica Enrique. “Al brindar empleos de calidad y colaborar en iniciativas centradas en mejorar las condiciones en la comunidad de diversidad funcional, educación K-12 y salud, me entusiasma la oportunidad que tiene mi restaurante Chick-fil-A de tener un impacto positivo en la comunidad de Ponce y más allá”.