Caitlin Chávez heredó de su padre, quien dejó El Salvador en busca de un futuro mejor, el espíritu de buscar nuevas oportunidades; de su madre, una profesora de inglés como segunda lengua, Caitlin trae el deseo constante de seguir aprendiendo. “El corazón de mi madre combinado con la perseverancia de mi padre, me han convertido en la persona que soy hoy", dice Caitlin. Ahora, está trazando su propio camino como propietaria de un negocio, siendo la primera Propietaria/Operadora del restaurante Chick-fil-A® en Puerto Rico.

Desde vivir en Bogotá, Colombia al sur de la Florida, Caitlin trae respeto, conocimiento y experiencia de diferentes culturas. Su orgullo por sus raíces hispanas junto con su deseo de crear un impacto positivo en Puerto Rico, se unen mientras se prepara para servir como Propietaria/Operadora de Chick-fil-A Los Filtros, que abrirá sus puertas a principios del 2022.

Creciendo como Team Member

A los 15 años, Caitlin quería ayudar a su familia consiguiendo un trabajo de part time. Mientras estaba en un campamento de verano, escuchó a algunos de sus amigos hablar de oportunidades de trabajo en su restaurante local Chick-fil-A. Decidió aplicar y pronto comenzó a trabajar medio tiempo en el Chick-fil-A Oak Ridge en Oak Ridge, Tennessee como Team Member.

"De inmediato me encantó el ambiente de ritmo rápido y la camaradería experimentada entre mis Team Members”, compartió Caitlin. "No tenía ni idea de que mi primer trabajo me abriría tantas oportunidades y acabaría definiendo mi carrera".

Después de la escuela secundaria, Caitlin dejó Oak Ridge y se mudó a Chattanooga, Tennessee para continuar su educación. Mientras estaba en la universidad, Caitlin estaba considerando la posibilidad de estudiar enfermería y necesitaba un segundo trabajo para ayudar a pagar sus estudios. Un día, mientras estaba sentada en la cafetería, vio un cartel que decía "Chick-fil-A Coming Soon" y recordó lo mucho que había disfrutado de su experiencia como Team Member. Volvió a presentar su solicitud de trabajo, sin saber a dónde la llevaría esta decisión.

El impacto de la mentoría

Durante su trabajo en el Chick-fil-A Brainerd Village en Chattanooga, Caitlin trabajó para el Operador Nick Goebeler, quien, durante los siguientes siete años, se convirtió en un mentor cercano y le enseñó a Caitlin sobre el negocio de los restaurantes Chick-fil-A. A través del liderazgo y la orientación de Nick, Caitlin aprendió todas las áreas del restaurante y encontró oportunidades de crecimiento profesional, incluyendo su rol como Directora Ejecutiva del restaurante.

Al mismo tiempo, Caitlin había cambiado ya cuatro veces de carrera universitaria y seguía sin decidirse por su profesión. Nick la animó a tratar de convertirse en Operadora.

"Ese fue el momento en que todo se aclaró", dijo Caitlin. "A través de temporadas de adversidad e incertidumbre, siempre me habían llamado para volver a Chick-fil-A para servir a los demás. Sabía que este era mi futuro".

Trazando su camino


Después de inscribirse en clases de negocios y obtener su título en el 2017, Caitlin comenzó a buscar una oportunidad para convertirse en Operadora en una comunidad de habla hispana.

"Quería utilizar mi experiencia de crecimiento para inspirar a la próxima generación de líderes empresariales, mientras construía una cultura de bondad", dijo Caitlin.

En el transcurso de dos años, Caitlin trabajó como Entrenadora para Inauguraciones donde apoyó la apertura de 10 restaurantes, incluyendo el primer restaurante Chick-fil-A en Canadá, donde tuvo la oportunidad de sentir la emoción de introducir la marca en un nuevo mercado.

Sin dudarlo, con tan solo 27 años se presentó al Leadership Development Program de Chick-fil-A®, una experiencia que inculca habilidades de liderazgo a los futuros Operadores en potencia. Fue aceptada, acercándola un paso más a su verdadero sueño: convertirse en Operadora de Chick-fil-A antes de cumplir los 30 años, algo que logró a los 29.

Convirtiendo un sueño en realidad

Pronto se enteró de que los restaurantes Chick-fil-A se estaban expandiendo a Puerto Rico y pensó: "Me encantaría ver a una mujer en ese puesto y entonces me di cuenta de que esa mujer era yo".

"Hay oportunidades que se presentan una vez en la vida y abrir el primer restaurante en Puerto Rico es un privilegio increíble y destaca las miles de oportunidades de crecimiento con Chick-fil-A", dijo Caitlin. "Lo que más me emociona es poder trabajar junto a un gran equipo y llevar el servicio y la hospitalidad de la marca Chick-fil-A a una isla conocida por su rica cultura y su gente acogedora".

Honrando a su familia

Aunque Caitlin desearía que su padre pudiera verla abrir el primer restaurante Chick-fil-A en Puerto Rico, ella sabe que está honrando su legado y haciendo que su familia se sienta orgullosa.

"Como tantas familias de inmigrantes, mi padre se sacrificó mucho y nos inculcó la importancia de la perseverancia'', compartió Caitlin. "Abrir este restaurante es un recordatorio de que definitivamente se puede lograr cualquier cosa que quieras, trabajando duro y todo, absolutamente todo, es posible".

Como la primera Operadora en la isla, con el apoyo de su esposo, familia y amigos, espera que su testimonio de perseguir su pasión inspire a otros a seguir sus sueños.